viernes, 27 de junio de 2014

Comienza la historia

Con el blog ya algo más amueblado y con autores confirmando su asistencia (y otros que todavía están por llegar) ya va siendo hora de comenzar nuestro experimento. Así que, sin más preámbulos, comienza el Plan C

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El despertador estaba sonando a la misma hora que lo hacía todos los días. Medio dormido, contó hasta veintitrés y se incorporó, ya que hacía lo mismo todas las mañanas. Solo con verle no cabía duda de que Azul (tal era su nombre, y si alguna vez había tenido otro no lo usaba) era un hombre de costumbres. Con las piernas colgando del borde de la cama miró alrededor para comprobar que todo en su habitación seguía como lo había dejado. A lo largo de los años que había vivido allí nunca había cambiado nada de sitio mientras no miraba, pero conviene ser precavido. Una vez desperezado se preparó una jarra de café, de la que solo bebería unos sorbos, y abrió el periódico que le habían dejado la tarde anterior. No es que le interesase mucho lo que dijera, ya que venían a ser las mismas noticias de siempre, pero todas las mañanas leía ese periódico con su desayuno y hoy no iba a ser la excepción. Pasados ocho minutos, cinco titulares y cuatros sorbos se levantó de su silla y se dispuso a vestirse. Enseguida estaba mirándose al espejo y comprobando que todo estaba bien puesto: su traje negro, su corbata gris y el pequeño pin de una cadena de restaurantes que le habían regalado hacía setenta y una semanas. Una vez hubo hecho todo esto y algún ritual matutino más, Azul estaba listo para salir de casa. Lo que no sabía era que, una vez abriese la puerta, el día iba a cambiar completamente...

1 comentario:

  1. Siento la tardanza, pero ya estamos de vuelta. Como premio por haber sido el primer suscriptor la siguiente entrega ,que será como muy tarde este sábado, tiene el privilegio de escribirla Miguel (Miru Jaca).

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