jueves, 18 de septiembre de 2014

Cap. 14: En la penumbra del olvido.

Chof, chof , chof, chof…. el sonido constante de una gota de agua cayendo sobre un charco retumbaba en la cabeza de nuestro protagonista como si se tratase de explosiones.

Azul abría los ojos, mareado, con náuseas y un terrible dolor de cabeza, parecía que una manada de elefantes hubiera pasado por encima de él.  Desconcertado y asustado se percató de que se encontraba en una pequeña y lúgubre  habitación de un lugar que no conocía. Las paredes estaban llenas de humedades, manchas rojas que parecían ser sangre de algún pobre desgraciado que paso sus últimos días entre aquellas cuatro paredes y lo que más aterro a Azul eran unas marcas desgarradoras que parecían ser arañazos. La habitación tenía un  viejo colchón con algún que otro muelle sobresaliendo con las puntas oxidadas. En una de las paredes había unas cadenas que parecían haber servido para realizar algún método de tortura, o eso se le venía a la mente a Azul.  En el techo había un gancho con una soga  y un pequeño taburete debajo de esta con una nota que ponía lo siguiente “Esta es tu única salvación”,  parecía que lo habían puesto en aquel lugar para jugar con su mente y ver hasta donde era capaz de llegar.

Asustado y dolorido, Azul hizo un esfuerzo de salir de aquel lugar, pero no iba a ser tan fácil. Una recia puerta de metal le impedía el paso al exterior.

En una de las paredes había una pequeña ventana por donde entraba el aire, el frió y el agua.  Azul agarro el taburete y lo puso sobre la pared. Se subió a observar el exterior y con un poco de suerte pedir ayuda a algún viandante.

-¿Pero…?¿Cómo es posible? No puede ser cierto!!.

Azul no podía creer lo que sus ojos estaban viendo por aquella pequeña ventana con barrotes, pero tenía que salir de allí. Exhausto empezó a gritar y a pedir ayuda sin recibir ninguna respuesta, entonces se percató que había una extraña marca en el techo que iba desde la soga hasta la puerta.
Todo tenía sentido, Azul agarro la soga, tiro con fuerza y allí, con algún tipo de mecanismo, la puerta blindada se abrió permitiendo a Azul salir de aquella celda.


Cuando se dispuso a salir por patas de aquel edificio, el llanto de un niño le alertó…

1 comentario:

  1. ¡Gracias por compartir RuVerMan! Ahora le toca a un nuevo autor: Alex Jarne. Esperamos tu historia antes del viernes que viene.

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